En esta era de payasos en las grandes ligas es un hecho que los especialistas deberán empezar a tomar en consideración otros factores del juego a la hora de hacer sus selecciones para Cooperstown.Un buen candidato a mi parecer es Mike Sweeney. En sus 13 años con los Reales de Kansas City bateó para .299, representó 5 veces al equipo en el juego de las estrellas y fue su capitán e inspiración para muchos de sus prospectos.
Sweeney nunca fue el consentido de las cámaras, más jugando en Kansas, pero sus números hablan por si solos.
Además, datos curiosos como ser expulsado por primera vez de un juego en el 2001 en su séptimo año en las mayores y tener un robo de home para ser un hombre tan pesado. Sweeney siempre entregó todo en el terreno. En el 2002 entró en la última semana peleando el título de bateo que ganara Manny Ramirez con .349 vs el .347 con el que terminaría su mejor año en las mayores.
El gran problema de Mike Sweeney fueron las lesiones. Esas lesiones que otros evitaban o curaban rápidamente con sus pinchasos de sustancias prohibidas. Sweeney jugó toda su carrera limpio.
Después de una corta pasantía el año pasado en Oakland, Mike llega al campo de entrenamiento de los Marineros de Seattle con casi 36 años por un último chance. Esperaba tener la oportunidad de ser el designado pero es claro que con la reciente firma de Ken Griffey Jr. este rol será ocupado por el veterano cuando no esté disponible en los jardines. Con los años del Jr. pueden ser bastantes juegos.
El artículo publicado el 20-02 en ESPN describe a la perfección los atributos que debe tener un salón de la fama.
Además explica claramente el daño que la era de los esteroides le ha hecho al juego:
"Guys throwing 88 started throwing 94. Guys that were hitting eight, 10 homers a year were hitting 30."
Sweeney laments that many players never got a chance in the major leagues because they were stuck behind cheaters.
"Most of those guys are out the game now," he said. "They are working jobs and trying to provide for their families -- while other guys made millions."
Sweeney laments that many players never got a chance in the major leagues because they were stuck behind cheaters.
"Most of those guys are out the game now," he said. "They are working jobs and trying to provide for their families -- while other guys made millions."
Por eso, si por mi fuera Mike Sweeney sería un excelente candidato.
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