Se calientan los motores en las mayores. Todavía muchos equipos malos con buenos lanzadores jóvenes como Piratas, Reales, Padres, Marlins y Marineros andan haciendo daño, pero es solo cuestión de tiempo que se acuerden que son malos y comiencen su caida libre. Como dicen por ahí: el primer maíz es para los pollitos.
Por su parte el imperio del mal sigue dando tumbos. Los Yankees no solo están viendo un mal comienzo de temporada, también están poniendo en evidencia lo débil de sus jardines y la poca profundidad de su staff abridor. Lo de Wang ya no tiene calificativo pero entre el poco bateo y los desastres del relevo se le están escapando muchas victorias que van a pesar al final.
Lo más divertido esta semana:
¡ Reed Johnson es una Monstruo !
El baseball tiene tantas facetas que definitivamente el estereotipo del gordo mascando tabaco es simplemente lamentable.
El domingo con las bases llenas y Prince Fielder representando la carrera del empate salió una súper tabla que se llevó la barda por todo el centro. El único detalle es que el guante de Reed Johnson se estiró mas allá de los límites de lo posible para hacer una de las atrapadas mas espectaculares que he visto.
Nada nuevo, vean esta otra atrapada que hizo el año pasado. Simplemente suicida.
Dato curioso, Ryan Dempster estaba en la lomita en ambas jugadas. Le debe unos almuerzos.
Konerko + Dye = 600
En el mismo juego, back to back se fueron para la calle Paul Konerko y Jermaine Dye para llegar a la marca de 300 Hr cada uno.
Dye el mas viejo lo consigue en su temporada 14 que en realidad a los sumo son 12 o 11 debido a todas las lesiones que ha sufrido durante su carrera. Este comentario para poner en contexto a Barry Bonds que también alcanzó la cifra de 300 en su undécima temporada en las mayores. ¿Que paso después? Se pincho y por eso pudo llegar a su marca de 762. ¿En que mente cabe que Dye pueda alcanzar ese número hoy? Bueno eso pasó en la era de los esteroides con Bonds.
El Money Player
Muchos peloteros juegan para sus números y sus inflados contratos, y luego en la chiquita se desinflan ante la presión. No es el caso de Jason Kubel el viernes por la noche.
Los Twins entraron en el cierre del octavo inning perdiendo 9-4. Luego de un rally de 3 carreras que colocaban el marcador 9-7 se encontraban hombres en 2nda y 3era con dos outs y el peligroso Justin Morneau al bate. Scioscia (nunca me ha gustado como manager) decidió colocar en base la de la ventaja con la primera libre. El año pasado lo vimos dar un boleto intencional con las bases llenas ganando por 2 así que esta jugada no es nada nuevo para el. Lo interesante es que le daba el madero a Jason Kubel que en la noche llevaba 3 hits, un sencillo, un doble y un triple. Le faltaba el jonrón para batear para la escalera. En que momento vino a darlo. El segundo lanzamiento del relevista de Anaheim era un Grand Slam desde el momento que salió del bate. Muchos se detendrían a contar cuantas escaleras se han bateado o cuantos grand slams ha conectado el jugador pero lo más importante es que ese batazo representó la victoria para el equipo.
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