Hace unos días, con algunos buenos amigos (ellos saben quienes son) me cansé de recalcar la importancia de jugar Poker Sólido. Obviamente logré causar las típicas carcajadas y generar el acostumbrado rencor que fundamentan mi estrategia en esta mesa de inexpertos.
Queda claro que yo no soy el mejor jugador de Poker, es más, creo que tal cosa no existe. Existen personas muy capaces de leer situaciones y tomar riesgos y los mejores deben tener un toque de demencia, es por esta razón que estoy claro que nunca estaré entre los mejores, porque no conozco a nadie más cuerdo que yo.
Dicho esto, hay que adoptar una estrategia, la mía es jugar: Poker Sólido. Es simple, conocer las matemáticas, esperar el momento y presionar (hasta ALL IN) sabiendo que las probabilidades de ganar están a favor. De esta manera sabemos que los inexpertos van a pagar y el universo se encargará de hacer el resto. Eso fue lo que hice toda esa noche y los resultados fueron nefastos.
¿Alagar a mis rivales? ¿Reconocer la derrota? ¿Entender que el factor suerte es importante? PRIMERO MUERTO.
El grupo de contrincantes en esa velada no podían ser más deficientes intelectualmente hablando, su récord debe hablar por si solo y la realidad es que es pésimo en líneas generales. Algunos han considerado públicamente abandonar el juego, otros solo lo hacen eventualmente y por hobbie, hasta hay que recordarles las reglas de vez en cuando.
¿Perdí? En realidad no, solo entregué algo de mi dinero a los menos afortunados mentalmente. En estas mesas no se juega por el pote, aunque siempre es importante no tener que hacer un cheque al final de la partida.
¿Tuve mala suerte? No creo en la suerte. Si es que existe, es una variable que sopla en ambos sentidos, así que a la larga te favorecerá en algunos casos y te perjudicará en otros, anulando de esta forma su efecto. Es decir, probablemente existe o no, pero lo cierto es que no hacemos nada haciendo un debate del tema porque el mismo se anula.
Lo que si es cierto es que esa noche todo lo que pudo salir mal salió mal. Esta no es razón para rechazar el Poker Sólido como estrategia y buscar métodos alternativos y variables. Algunos expertos opinan que los mejores no son predecibles y lo cierto es que este concepto no esta contrapuesto a mi teoría. Se tienen que generar las situaciones para colocarte en una posición de ventaja. Esta se puede dar entrando a una mano con 72 o sin hacer raise con AA. Pero hay que estar conscientes de lo que cada movimiento implica. Si las probabilidades están a tu favor y metiste tu dinero en el pozo te debes sentir tranquilo que estás jugando buen Poker. Allá aquellos que cuando se muestran las cartas deben empezar a rezarle a los santos. Yo no tengo opción, debo jugar Poker Sólido porque no tengo santos a quien rezarle.
Queda claro que yo no soy el mejor jugador de Poker, es más, creo que tal cosa no existe. Existen personas muy capaces de leer situaciones y tomar riesgos y los mejores deben tener un toque de demencia, es por esta razón que estoy claro que nunca estaré entre los mejores, porque no conozco a nadie más cuerdo que yo.
Dicho esto, hay que adoptar una estrategia, la mía es jugar: Poker Sólido. Es simple, conocer las matemáticas, esperar el momento y presionar (hasta ALL IN) sabiendo que las probabilidades de ganar están a favor. De esta manera sabemos que los inexpertos van a pagar y el universo se encargará de hacer el resto. Eso fue lo que hice toda esa noche y los resultados fueron nefastos.
¿Alagar a mis rivales? ¿Reconocer la derrota? ¿Entender que el factor suerte es importante? PRIMERO MUERTO.
El grupo de contrincantes en esa velada no podían ser más deficientes intelectualmente hablando, su récord debe hablar por si solo y la realidad es que es pésimo en líneas generales. Algunos han considerado públicamente abandonar el juego, otros solo lo hacen eventualmente y por hobbie, hasta hay que recordarles las reglas de vez en cuando.
¿Perdí? En realidad no, solo entregué algo de mi dinero a los menos afortunados mentalmente. En estas mesas no se juega por el pote, aunque siempre es importante no tener que hacer un cheque al final de la partida.
¿Tuve mala suerte? No creo en la suerte. Si es que existe, es una variable que sopla en ambos sentidos, así que a la larga te favorecerá en algunos casos y te perjudicará en otros, anulando de esta forma su efecto. Es decir, probablemente existe o no, pero lo cierto es que no hacemos nada haciendo un debate del tema porque el mismo se anula.
Lo que si es cierto es que esa noche todo lo que pudo salir mal salió mal. Esta no es razón para rechazar el Poker Sólido como estrategia y buscar métodos alternativos y variables. Algunos expertos opinan que los mejores no son predecibles y lo cierto es que este concepto no esta contrapuesto a mi teoría. Se tienen que generar las situaciones para colocarte en una posición de ventaja. Esta se puede dar entrando a una mano con 72 o sin hacer raise con AA. Pero hay que estar conscientes de lo que cada movimiento implica. Si las probabilidades están a tu favor y metiste tu dinero en el pozo te debes sentir tranquilo que estás jugando buen Poker. Allá aquellos que cuando se muestran las cartas deben empezar a rezarle a los santos. Yo no tengo opción, debo jugar Poker Sólido porque no tengo santos a quien rezarle.