lunes, 23 de marzo de 2009

Baseball, Capitalismo y Esteroides

El círculo se cierra. El show de la gran carpa es un show porque hay millones de por medio y la única forma de alcanzar ventaja competitiva, es a través de sustancias no prohibidas, pero que cruzan la raya de lo ético y deportivo.
No son prohibidas porque no son abiertamente conocidas y no son abiertamente conocidas porque no conviene minimizar el impacto de estas en el espectáculo. En pocas palabras si los esteroides sacan jonrones y los jonrones venden entradas entonces para MLB los esteroides no son malos.

Es así de simple. Ahora todos quieren parecer inocentes y preocupados por la salud y el mensaje que reciben los "niños". El mensaje es claro: hay que usar esteroides si quieres competir a ese nivel, el que no lo haga está perdido.
Miren la historia de este jugador que se suicidó con un coctel interesante de sustancias.
John Odom de 26 años fue cambiado por un equipo canadiense por 10 bates. Prospecto de los Gigantes de San Francisco y ex compañero de Tim Lincecum pasó a ser un chiste humano por dicha transacción. ¿Qué tan cruel puede ser el capitalismo que debe obtener algún beneficio de cada transacción al solicitar 10 bates de maple a cambio de un ser humano? Odom parece que era un bueno para nada y asiduo cliente de la inyectadora pero algunas personas cercanas a la historia confirman que esto fue devastador para el pelotero.

Mientras otros han alcanzado niveles inimaginables mediante el uso de esteroides, otros deben conformarse con recoger latas.
George W. Bush hasta el año pasado fue crítico del uso rampante de esteroides en las grandes ligas. Nos preguntamos que hacia el Jr. entre 1988 y 1994 cuando fue Manager General Partner de los Texas Rangers.
Entre alguno de los jugadores que han probado positivo de ese equipo en esos años se encuentran: Iván Rodriguez, Juan González y Rafael Palmeiro. También está José Canseco quien admitió haberlos usado y más recientemente el niño bonito Alex Rodríguez.
Nos preguntamos que tanto habla Bush y los políticos tanto Republicanos y Demócratas del mensaje que transmiten las sustancias y los jugadores de las mayores, si ellos son los primeros en lucrarse y disfrutar de los beneficios de este circo.

El debate queda abierto. Las sociedades y la naturaleza competitiva del ser humano lo motivan a emprender conquistas por coronas de papel. Hay que dejar de exaltar a estos payasos, que por muy entretenido que resulte ver sus piruetas, no brindan ningún beneficio a largo plazo a la humanidad. Puestos en perspectiva se deberían minimizar las presiones.

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