A lo largo del documental pense en darme un tiro, pero más bien me sentí mal, por el retrato que me estaban dando mis ídolos musicales de la juventud. No se trata de evolucionar, ni de mejorar en un nivel musical, todo lo contrario siempre pensamos que Metallica estaba en el más alto peldaño en la cadena alimenticia musical, esa que alimenta el alma. No pensamos dejar de escuchar esos grandes temas que tantos recuerdos nos traen, pero sin lugar a dudas, gracias a Some Kind of Monster ya no volveremos a ver a Metallica como algo especial. Tanta repulsión puede crear, que para una persona que ha comprado los discos de Metallica más de dos o tres veces, de ahora en adelante resulta inaceptable entregarles directa o indirectamente un peso más.
Some Kind of Monster (SKM) pasa toda su primera parte estudiando problemas autoinflingidos de James, Lars & Kirk, luego de haber botado a Jason Newsted de la banda e incluido a Bob Rock como su nuevo bajista. Si BOB ROCK aparece hasta en la sopa. James se queja mucho de su fama y su dinero y bla bla bla. Lars como siempre hablando taradeses enfrenta los miedos con su papá, un viejo que es el vivo ejemplo que las drogas no matan y Kirk, el más ecuanime, se nos muestra con su nuevo hobbie desde hace 2 años: surfear.
La tortura prosigue con las ya trilladas historias donde hasta el mismo Lars Ulrich se da cuenta que es peor que una patada en las bolas a media noche. Hasta invitan a Dave Mustaine para que se lo diga en su cara luego de haberlo botado de Metallica hace 27 años... que atrocidad.
Mientras tanto los niños se están echando dos años en grabar el disquito, como se nota que no hay ningún tipo de prisa o hambre, esa misma sensación que debieron tener en los "dias de garage".
Como si las cosas no fueran ya mal, James Hetfield debe rehabilitarse y se desaparece un año para "curarse" del alcholismo y otras adicciones. No aguantó tanta presión o tanto aburrimiento. En el proceso Hammet, del cual me cuesta recordar su nombre porque es el único cuerdo, y Lars Ulrich prosiguen sus vidas sin hacer nada bueno.
Al regresar James pareciera que las cosas se van a enderezar, insolitamente empeoran.
A Hetfield solo le permiten trabajar de 12:00pm. a 4:00pm. horario que es aceptado por el grupo, pero insiste como por media hora de la película que nadie haga nada musicalemente hablando y relacionado con el disco mientras el no está presente. Es casi un chiste.
Hasta Lars parece el bueno cuando le recuerda al Sr. Hetfield que esto es un maldita banda de ROCK! Pero los dimes y diretes continuan monotemáticamente.
Ulrich finalmente admite a las cámaras que siempre ha estado enamorado de Hetfield pero que ya nada es igual. Parecen marido y mujer que no pueden alcanzar una erección y por ende un orgasmo.
Hay que acotar que desde el inicio de la filmación les acompaña un PSICOLOGO de grupos con el que se sientan y discuten cada nota que van a escribir o tocar, al igual que Bob Rock, los acompaña hasta al baño. El viejito les cobra US$ 40.000 mensuales por calarselos y decirles lo mismo que yo le diría por 5000 (bolívares).
En el camino se comienzan a terminar las canciones del fulano disco. Todavía no nos explicamos como se puede hacer una película tan larga de un disco tan malo. Se pensaría que el material para el album lo sacaron de una caja de Ace pero al parecer de verdad se tomaron la molestia de escribirlo y les tomó bastante tiempo.
Con el capitalismo en la mira no dejan de explotar sus problemas con Napster y hasta la caricatura clásica que marcó el gran retardo mental y tecnológico de los cuatro jinetes aparece en la película.
Además, le vuelven a sacar el jugo a la muerte de Cliff Burton todo esto para sentar la escena de la búsqueda de su nuevo bajista y la salida de Bob Rock... hasta cuando este señor.
Consiguen a Rob Trujillo a quien por firmar le dan un millonsito. Quieren que sea una parte integral de la banda pero despues da pena ajena como le dan pichache leyendo el contrato. Si yo hubiese sido el pobre indio pido que al menos editen esa parte de la película, más aun cuando minutos antes se ve como Lars Ulrich subasta toda su colección de arte en Sothebys. Una de las pinturitas por US$ 5.000.000.
Finalmente se empiezan a preparar para la liberación del album y la gira. Cliff Burnstein no debe quedar duda que es judío se le ocurren un par de ideas para maximizar la salsa sin arriesgar el negocio. Les propone solo tocar Viernes, Sabado y Domingos para que puedan volver a casa con sus familias y no se vayan a echar a perder otra vez y no le saquen un album a la compañía en 10 años más. Brillante idea. A pesar de eso a Hetfield se le van los tiempos y le da "miedito" salir de gira despues de todo lo que ha pasado... a no ser que me haya quedado dormido en alguna parte no ha pasado nada. Lo único interesante que sucede viene cuando tratan de botar al psicologo que no "siente" que estén preparados para caminar solos con lo "fragil" de sus vidas. Igual lo mandan a dormir con Bob Rock.
SKM es una gran basura. Mejor título sería Some Kind of Garbage o Shit. Menos mal que ni siquiera los circuitos de mi computadora debieron recalentarse, ni mi disco duro tuvo que desperdiciar bits y bytes bajando esto con Bitcomet (el nuevo Napster) ya que me lo compre quemado en Sabana Grande por US$1,50 ( 10 bolos ) como pienso hacer con todo lo producido por estos exrockeros.
De cualquier forma si están de acuerdo con estas niñas, lame pisos, capitalistas y vergonozos exponentes del rock pueden ir a Amazon y comprar Some Kind of Stupidity por US$ 13,99.
1 comentario:
escritor, esta ud. desaparecido extranamos sus articulos.
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